El tatuaje ya se ha arraigado profundamente en nuestra vida, expandiéndose en todas las direcciones de la cultura y en todas las capas de la sociedad. Nadie le teme ya a los tatuajes, ya sea un trabajador de café, un banquero o un propietario de negocio privado. Lo que una vez fue prerrogativa de estrellas del rock musical ahora se ha vuelto accesible para todos. Y es entre la gente común donde nacen ideas brillantes, los sueños más audaces se hacen realidad y los límites de la realidad se desdibujan, abriendo camino al futuro para toda la humanidad. Para una persona, tatuarse es solo un tributo a la moda, mientras que para otra, es una especie de amuleto, motivador, talismán o simplemente un cálido recuerdo que deja una marca en la piel.
La vida de cada persona es única, llena de eventos interesantes, descubrimientos increíbles y logros, todos los cuales estamos ansiosos por compartir con el mundo.