Fue el tatuaje más doloroso de mi vida. Me provocó daño en las terminaciones nerviosas, y lastimó tanto la piel que tengo dolor neuropático y necesito tratamiento para regenerar. Además se infectó por falta de esterilización del área a tatuar por lo que la cicatrización también se vio comprometida. La peor experiencia
Mi peor experiencia tatuandome. Me dañó tanto que la cicatrización fue un desastre y me quedo el tatuaje arruinado. Lo peor es que él ni siquiera se hizo cargo ni se preocupo por el daño que causó.